Interiorizarnos “in situ”, la operación del cliente, entrevistando a las personas a cargo de las Áreas Funcionales para visualizar y mapear los problemas que aquejan a la organización. Poder tener una radiografía clara de la situación, un realizar diagnóstico preciso para delinear las posibles soluciones a encarar.

Con los datos e información disponibles, elaborar una propuesta de valor para el cliente mostrando claramente los beneficios de la misma con las variables de su negocio, considerar el costo de no tomar decisiones, concebir el proyecto en su totalidad, su implementación, productos, servicios, costos, alcance, plazos de ejecución, recursos involucrados de ambas partes y términos y condiciones de la misma.

Una vez presentada la propuesta, la misma requerirá un análisis profundo, minucioso y abarcativo con representantes del cliente para llegar a un proyecto final, consensuado por ambas partes, el que será finalmente ejecutado.

Para concretar su ejecución se perfeccionará en un acuerdo instrumental, donde ambas partes tienen sus obligaciones, reflejadas en los términos y condiciones pactados.

Ejecutaremos con el cliente lo pactado, a través de una implementación, con la prestación de los servicios por parte de ACUMEN, con un cronograma consensuado y siempre con la participación de recursos designados por el cliente.

Se designará un comité de seguimiento, integrado por personal de ambas partes, para asegurar el cumplimiento de cada una de las etapas definidas en el mismo y el objetivo final.

Una vez terminado el proyecto, continuará la relación con el cliente para planificar nuevos posibles servicios, en el marco de una mejora continua.