La visión como determinante de su futuro

La visión como determinante de su futuro

Una visión de futuro sin acción es simplemente un sueño. Una acción sin visión de futuro carece de sentido. Una visión de futuro puesta en práctica puede cambiar el mundo.

Joel Arthur Barker

Desde mi temprana adolescencia recuerdo que mis padres nos hablaban con frecuencia a mis hermanos y a mí sobre la importancia de que pensáramos en nuestro futuro. Ellos nos ayudaron – con sus orientaciones y sus ejemplos –  a que imagináramos nuestro desarrollo como personas y como profesionales. Debo reconocer que estas orientaciones tuvieron un marcado significado en mi vida, me orientaron al desarrollo y por ello debo estarles profundamente agradecido.

En el momento de pensar en tiempo venidero resulta fundamental referirnos a la importancia de contar con una visión de futuro. Una visión se define como la comprensión en tiempo presente de un objetivo futuro. La visión siempre se ocupa del futuro. De hecho, es el punto a partida de aquello que una persona desea crear o lograr. Algunos definen la visión como una meta significativa, valiosa y ambiciosa claramente descripta como un estado deseable alcanzado en un momento particular en el tiempo.

Una visión es un sueño. ¿Cuáles son sus sueños de cara al futuro? Tenga presente estas dos premisas:

Tanto a las personas como a las empresas exitosas los motiva una visión de futuro.

Visión es el resultado de nuestros sueños en acción.

Alguna vez se ha escuchado decir que es importante pensar en el futuro dado que es allí donde los vamos a pasar el resto de nuestras vidas. Muchas personas piensan que éstas no son más que palabras y simplemente viven el presente; o llegan a soñar con el futuro pero no llevan a cabo plan alguno y sus sueños entonces quedan, en el mejor de los casos, como un manojo de aspiraciones y, en otras ocasiones, como proyectos difíciles de alcanzar.

Es necesario inventar el futuro para redefinir el presente.

Lair Ribeiro

El futuro se modela desde el presente a través de una visión que le permitirá conformar y definir su porvenir. Ello implica el tener la capacidad de imaginar aquello que en el presente no existe y demanda ampliar los propios límites que nos imponen los propios paradigmas.

En esa visión uno tiene que darse permiso para imaginar lo que podría llegar a ser desafiante o lo que podemos considerar como imposible. En la vida uno sabe de dónde viene, pero resulta esencial saber hacia dónde va. Usted no puede modificar el pasado, pero si puede construir el futuro a partir de lo que es el presente.

Piense ¿Dónde quiere que esté su empresa dentro de uno, dos o cinco años?; ¿Qué imagen desea que tenga su empresa en el mercado? e inclusive más allá de lo que desea lograr, ¿Qué clase de persona desea llegar a ser como resultado de lo que hace? Las personas que han tenido o tienen grandes logros en sus vidas son aquellas que teniendo claridad sobre lo que son y lo que desean alcanzar encauzan sus acciones – con convicción y no de manera accidental-  para convertirse en personas excepcionales. Son personas que tienen como propósito en sus vidas dejar una huella. 

En relación con el tema de la visión mi experiencia de vida me demuestra que existe una gran mayoría de personas que frente al futuro tienen buenos deseos y hasta una mirada positiva, esperanzadora. Con frecuencia cuando un año ya finaliza y uno le pregunta al otro – se trate de una persona, de un vendedor o de un profesional sobre sus objetivos y expectativas para el nuevo año, las respuestas o comentarios que recibe son del siguiente tipo:

Bueno, para el año que viene…“Crecer”, “Desarrollarme”, “Estar mejor”, “Prosperar”; o en el mejor de los casos: “Incrementar las ventas”, “Expandir el negocio”, “Especializarme en materia de tal o cual tema” o en “ Marketing”, etc., etc.

¿Qué sucede cuando ya han transcurrido algunos meses del nuevo año y uno vuelve a reencontrarse con dichas personas? Les preguntamos cómo van sus acciones y objetivos y llegamos a sorprendernos al escuchar expresiones como “Todavía no he podido dedicarme a ello; estoy tan ocupado con las cosas del día a día”  ¿Por qué sucede esto? Es muy simple: por la falta de tiempo y por la ausencia de metas claramente definidas. Con los buenos deseos no alcanza. Además de los deseos es necesario tener un plan y ese plan tiene que estar puesto por escrito.  En algún artículo futuro me referiré a este tema de la planificación.

Solamente la convicción y el compromiso te impulsaran a convertir en realidad tus proyectos.

Miguel Ángel Cornejo

Con frecuencia muchos de estos sueños, buenas intenciones o deseos no se hacen realidad. Hay una frase que dice: “El infierno está lleno de personas con buenas intenciones”. ¿Buenas intenciones? Con ello no alcanza, se necesita convicción y compromiso.

La convicción que tengamos en algo nos llevará a comprometernos con eso. Nadie se compromete si primero no se está convencido de lo que se hace. Y el compromiso producirá carácter en nosotros para permanecer y realizar nuestras convicciones.

Kenneth Blanchard establece que hay una gran diferencia entre interés y compromiso. Si usted está interesado en hacer algo, lo hace solo si es conveniente. Si está comprometido con algo, lo acepta sin excusas. No puede haber éxito sin compromiso.

Conceptos desarrollados por el autor en su obra EL SERVICIO AL CLIENTE EN LA ACTIVIDAD INMOBILIARIA – Ediciones Bienes Raíces. Buenos Aires 2006.

Alfredo López Salteri

Director de ALS Consultants. Desarrollo para la Transformación.
Ex Gerente de Capacitación del Club de Inmobiliarias S.A. ( SOM ) – Buenos Aires, Argentina.
Autor del libro El Servicio al cliente en la actividad inmobiliaria – Ediciones Bienes Raíces. Buenos Aires 2006.
Autor del capítulo 1 “Acciones Proactivas para la Captación de Propiedades y Clientes” del libro Captación de Propiedades y Clientes de Darío Sokolowski – Ediciones Bienes Raíces. Buenos Aires 2009.